Wednesday, July 28, 2010

Just Banter II


El arte de la ira, y el estilo de vida del golpear y golpear están grabados de una manera inmediata en nuestra psique, una mancha que congenia con los puños y la amabilidad totalmente natural del otro yo. Sujeto a esta idea, el hombre comprende que golpear esposas no es una actividad que surge de la maldad; ni siquiera golpear los premios o los animales. Acercarse a los barrotes orgullosos de una barandilla y arremeter con el peor pecado y el enojo de una vida alterna no es, después de todo, un crimen amoral.

Golpeo la madre, la hija y el hermano; golpeo la muerte, el estigma, las imposibilidades; golpeo el hierro de la barandilla, y este, frío y eléctrico, vomita hacia mí sus chispas invisibles, que con sus tímidas y violentas voces me gritan secretos sobre el hambre, la ceguera y el roce de algún pulgar, que aún muestro como un absurdo bindi en el desierto de mi frente. Estos murmullos conscientes, productos de la barandilla y su furia, son imperfecciones posibles, amantes de otro mundo: de la guerra y la razón, de la espada, el tango y el rifle.

El miembro y el gen, presa de los artefactos y el muslo – amablemente y respectivamente, cabe decir – son el sexo primo, productos imperfectos del mundo de la embestida, la violencia y el yo-golpeo. La música y todos sus instrumentos son tributos a la furia: la desordenada percusión y su sistema impreciso; las cuerdas y la intimidación detestable de los dedos; el exhalar colérico del saxofón, el berrido sádico-animal de la trompeta. La música y el mar son sexo y la danza el nudo que los ata: todo producto del golpear, de las olas en la orilla, del bastón en la piel, del dedo en la tecla.

Para que el hombre se pueda liberar de este mundo brusco e irascible, debe de abandonarse a la anti-paz y la bestia del golpe: convertir la corriente de un mundo escrito a un mundo legible, recurrir al nado anárquico, al ordo ad chaos y sus reglas rotas. Y si todo es sexo y todo es desorden y paz, es mandatorio buscar de la nada y la calidez que brinda la inexistencia de acción: el nudo se desata con la inercia de la imaginación, la vagancia y la supresión del orden natural, todo lo que contrario que nos dicta, silencioso y siempre furioso, el fantasma omnipresente del sexo.

No es mi intención que se malentienda este concepto. El erotismo es una parte esencial de la naturaleza humana, y por consiguiente lo que nos distinguen de los eslabones perdidos. No hemos de negar las carrozas que recorren nuestros cuerpos, la algarabía que produce la acrescente explosión de la llegada, ni mucho menos la tristeza y culpa que le sigue: todo aquello que el cuerpo brinda es incondicional y vive en sincronía con nuestro sistema. Así mismo buscar del sexo privo de erotismo con el único pro de duplicar la carne, es una llamada muda a la tradición y la sucia simplicidad, lo cual es y siempre ha sido una blasfemia existencial. Somos porque somos por el erotismo, que nos proyecta en el tiempo, como otros siendo nosotros.

Por eso quiero a la hija, a la madre y al hermano; y los golpeo y embisto con la misma furia que siento hacia mí, siendo yo repetido en todas y todos aquellos que son frutos y hojas de mi mismo, paradojas del universo que se converge escandaloso sobre el tiempo.

Wednesday, July 21, 2010

Lo que nunca escribió




Por qué me miente el hombre
entre la fibra gris
de esta oscuridad intacta
ese hombre muerto
dueño de si mismo
y del estruendo combustible
que domina esta habitación.

Hombre horrible
rey del sucio y la poesía
hombre roto
espectro de metical y yema
por qué miente
por qué miente
cuando la verdad
es más que el fruto y el azúcar
y sólo brinda descanso
a la mente agobiada
por esta vida de fibras grises
colchones culpables
y gritos febriles

Me miente
me miente
con suma facilidad
con suspiros
el impecable gemido del mundo
y los malévolos decibelios de la compañía
me miente como Kant y Dios
me miente como un aposento vacío

Y nada espera
este hombre muerto
de voz puntiaguda
y lengua de narvalo
es una larva de engaños
que hace y no espera
no espera jamás
roto y horrible
mientras teje malicia
entre el sudor
y los gritos del desdichado
que se hace llamar
incorrectamente
victima

Es un mal hombre
este hombre
me seduce con su gen
lo muestra con una audacia enferma
privando mis ojos
de la única libertad
acunando mi inocencia
que pasa
como pasa
donde pasa
de cerámica a vinagre
de caracola a orquídea
de anhelo
a simple
sucio
volcado deseo
este hombre
sacude su postura
erecta y culpable
y me tiene
como nada
nunca se ha poseído

No hay otro lugar.
El mundo termina aquí
en la pared enviciada
la pata del grillo que estalla
como yo
como él en mí
como y con
el hombre roto.

Tuesday, July 13, 2010

Venustus atra



Esa negra
metódicamente animal
que me mira todas las tardes
con hija en mano
con presa en brazos
no me deja dormir
durante las noches

A veces me dan ganas
de tomar represalias contra la vida
perderme en los ovales viveros de sus ojos
opacos y también negros
presas de ese paralelismo sincrónico
del cual ningún desdichado como ella
hija de senos varados y arroz sin aceite
se puede salvar.

Y no es que me muera tocándome
perdido en alguna virtud ciega
constreñido por la serpiente y sus guiños
deseando lo indeseable
es que esa lagrima de melaza
producto de alguna tristeza del Congo
atisba mis sueños
esos sueños
que desterré como un lujo
y convertí en imposibilidades necesarias
aquellos que tienen que ser cumplidos
y no verse presa
de sensualidades incomprensibles
como el azulejo que grita en mi ventana
muerto de hambre
o en este glorioso caso
de esta mujer fósil
que me despedaza el descanso

Me pierdo y no me encuentro
en mis fantasías sobre ella
la negra no sabe
que es parte de mi regocijo y maldición
y que cuando lo único que quiero
es ser parte de ella
de su vida de haitianita
y ruinas sin empañe
me llega la realidad
como exilio inescrutable
y retorno
sin gloria
a la realidad de los primates

Monday, July 12, 2010

Los viejos


"Yo, que nací siendo infinito, desconozco los placeres tardíos de la madurez"
Charles Markansvansky


Una vez
al ver a un amigo
ayudar cruzar la calle
a una anciana
le pregunté
el porque de sus acciones

me dijo
con su típica voz ausente
de esas que usan los poetas
que intentaba ser amable
con los viejos
ya que en caso de que estos fallezcan
poder así mantener
al menos una conciencia limpia

Creo que tiene razón
nos odiamos lo suficiente
entre todos
y a todos
como para ser amables
con los viejos

Esas lagartijas arrugadas
perfumadas a nafta
compadecidas
por esas enfermeras
ecuatorianas
mexicanas
jodidas
que limpian al padre
o la madre
de alguien
que escribe poesía
y ayuda a cruzar la calle
a más viejos
en ese auto lavado diario
de conciencias heridas.

Debería estar
defendiendo los derechos
de la tercera edad
que no tiene ninguna culpa
de nuestras contingencias
y excusas
para absurdidades
como la paz propia
pero a mí
me da igual
que me cuiden unas mexicanitas
ecuatorianas
o negras benditas del Burundi
y hasta me llenaría de ternura
que alguna joven apuesta
poco vestida
en un día de calor
me ayude a cruzar alguna autopista
dónde un conductor desesperado
quizás
sólo quizás
nos mate
heroicamente
a los dos.