Tuesday, February 26, 2013

Sobre asuntos médicos y otras cosas I




Bonos: la limosna del hombre indigno


Seguro médico: es extrañamente erótico para mí escuchar a las personas hablar sobre seguros médicos. Es quizás la necesidad de ser constantemente cuidado, el respaldo de la seguridad colectiva y personal, algo que siempre hace falta en el infinito terror del mundo. El placer probable, la posibilidad de continuar la vida a pesar de cualquier adversidad para seguir experimentando ese mismo gozo y dárselo a otros (lo que es sólo una extensión de un incorregible onanismo) tiene en mí efectos vergonzosamente afrodisiacos.

¡Qué excitante es que el Todo pretenda cuidar de mí!


“...somos seres humanos de carne y hueso, propensos a enfermarnos (...)”

Obviamente palabras de una mujer con un agudo sentido del decaimiento natural. A ser sinceros, eso es todo lo que un hombre serio quiere escuchar. Sin importar que tan truculenta sea, la verdad es siempre un alivio en contra del Gran Terror. Esta mujer dice aquellas cosas con ligereza, como siempre se conjuga lo veraz. Vender seguros es un arte dedicado a lo verdadero. Seguro.


Muerte en la familia: estoy permitido a salir de la matriz podrida del trabajo en caso de muerte en la familia. Tres días y tres noches para lamentar la inevitabilidad de las cosas. Claro, esto sólo se aplica en caso de perder esposas, hijos o padres. Tener demasiados parientes de un tipo sería perdida para la compañía, al decidir estos abandonar la vida inesperadamente (¿?). Claro, de tener siete hermanos el empleado tendrá que fraccionar su importancia de la manera que le parezca más apropiada.


Descuentos en gimnasio: ¿de qué se podría tratar esto exactamente? La razones podrían contener el peligro de la infinidad, y entrar en detalles sería una tarea ridícula.


Masajes: esta es interesante. Dos masajes a la semana, de cinco minutos cada uno. Cuantificación del contacto físico. Síntoma citadino, trastorno de engranaje, clásico eructo idiosincrático del Gran Terror.


Thursday, February 14, 2013

Love and Freedom on St. Valentine


I thought long and hard
about pumping hearts and freedom
staring at those three sheets of paper
holding the table grounded
weightly and ponderous they laid
upon the white veneer of that desk
documents etched with invocations of myself

It had to be on this day.
It’s only fitting.

They called my name with strepitous incantations
rituals of loud and unabashed merrymaking
clerks standing down
and up
and down again
on ophidian and phallic plastic chairs
endowed with tiny plastic handles
used to pump moldy air conditioned blood
inside ridiculous purple thrones

she was watching me intently
explaining incomprehensible things
but it was too late:
all that LOVE thinking had made me incredibly horny
and her stuttering about insurance and honoraries
reminded me of gynecology and lus primae noctis

those nights where everyone lost their freedoms
when we used to worship
godly monuments of tightness and moisture
where we danced like madmen
in endless carnivals of tadpoles
very aware of that looming, towering verb
marching upon our liberties

ENDING