I
El
lagarto sabe que en su piel
se
esconde el secreto,
y
por ello se expone al sol
a
la espera de la curiosidad del vecino,
que
con naturaleza bípeda acecha
el
conocimiento ajeno.
II
El
lagarto se enferma en su nicho de rocas,
la
noche lo sume en una angustiosa ira,
su
piel se torna del color de la bilis
y
silente lanza maldiciones calladas.
El
reptil no es belicoso y su sangre fría,
pero
no siempre rehuye al contacto humano;
a
veces escala en la enramada de la costumbre
y
se presenta en nuestra dermis
como
una caricia viscosa,
enfrentándonos
con el dilema del miedo
y
el fin de la ortodoxia.
III
Son
cándidos los susurros
y
el morbo es la ley del hombre,
pero
nadie sabe aun el secreto
que
se exprime en la nuez del lagarto,
y
por ello ríe el caimán y huyen los niños,
las
escuelas se encienden en llamas
y
nada es lo mismo dos veces.
IV
El
primate llora
luego
de la eyaculación,
recordando
que no sabe.
Erección
tras erección
se
afirma su ignorancia,
pútrida
es su humanidad
al
llegar el fin:
todo
lo que queda es
su
enojo como un puño alzado
hacia
el tótem del lagarto.
1 comments:
Sometimes I wonder what is playing in the background of your mind. I really do.
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