Wednesday, September 21, 2011

El lagarto




I

El lagarto sabe que en su piel
se esconde el secreto,
y por ello se expone al sol
a la espera de la curiosidad del vecino,
que con naturaleza bípeda acecha
el conocimiento ajeno.

II

El lagarto se enferma en su nicho de rocas,
la noche lo sume en una angustiosa ira,
su piel se torna del color de la bilis
y silente lanza maldiciones calladas.
El reptil no es belicoso y su sangre fría,
pero no siempre rehuye al contacto humano;
a veces escala en la enramada de la costumbre
y se presenta en nuestra dermis
como una caricia viscosa,
enfrentándonos con el dilema del miedo
y el fin de la ortodoxia.

III

Son cándidos los susurros
y el morbo es la ley del hombre,
pero nadie sabe aun el secreto
que se exprime en la nuez del lagarto,
y por ello ríe el caimán y huyen los niños,
las escuelas se encienden en llamas
y nada es lo mismo dos veces.

IV

El primate llora
luego de la eyaculación,
recordando que no sabe.
Erección tras erección
se afirma su ignorancia,
pútrida es su humanidad
al llegar el fin:
todo lo que queda es
su enojo como un puño alzado
hacia el tótem del lagarto.

1 comments:

Tixah said...

Sometimes I wonder what is playing in the background of your mind. I really do.