Friday, August 26, 2011

Herr Salvador



La mata de coco es un Cristo que nos observa amargo y gris. De sus palmas se desgaja una luz amarilla y plástica, una luminosidad que se aplasta, etralla y convulsiona sobre todos nosotros, aún perdida por el petulante rubor del sol. El estigma de la planta nos ciega al igual que a los gatos y peatones, que comen sus circunferencias como un obtuso deja-vu infinito. Pero a pesar de lo repentina de la aparición y la extrañeza que nos regala su fotosíntesis divina, nos sentimos cálidos. Y es que bajo el ojo del salvador vegetal, nuestros destinos de gatos, faros, joggers y románticos, nos son tan diferentes.

Tuesday, August 23, 2011

Asalto de sugestión


"No me haga date un machetazo mamagüevo. Dame to'."

Fue lo único que me dijo durante aquél episodio. Con sus manos vacías ejecutaba amplios ademanes, simulando blandir un machete imaginario. A que machete se refería este moreno, un enclenque de hombre, sucio, harapiento y famélico, no lo supe hasta instantes después, cuando mi visión bíblica de la realidad fue destrozada para siempre.

Primero retrocedí, moderadamente sorprendido. El individuo era de una obvia apariencia hostil y acentuaba su postura violenta ondeando sus antebrazos en el aire, empuñando la más complicada imaginación. Había algo aterrador en su insinuación psicótica, una cosa que se escapa de toda concepción. A orillas de la urbe, aquel moreno sudoroso estaba haciendo uso del más fino hipnotismo: su locura adivinaba mis palpitaciones y con su machete invisible™ conducía hábilmente mis ganas de rogar por mi vida; de vaciarme los pantalones con to' y cartera para así poder dejar botada mi cédula, licencia de conducir y otros documentos varios desde Guaricano hasta la plaza del chicharrón, como un camino de migajas llamado Marcos Perez. Que iba a saber que bajo el sol dominicano me encontraría armada la sugestión.

Aún pasan por mi casa vecinos a llevarme mis papeles, tiguerones todavía hacen sonar mi celular ofreciéndome mi membresía de la biblioteca de la embajada americana a cambio de par de Jumbo.

“coooño montrón, pero canteate una cervecita aunque sea... y de verdá te atracó dique el loco de la cañá?”

“No”, respondo invariablemente, “me agarraron dos panas con unos machetones azules. Yo me le safé, pero pa' mí que me echaron algo...”.

Más o menos

Eres un circo, el gato calculista
una canción buenísima que no cuadra
como The House Of The Rising Sun
pero no la versión de Nina Simone
ni mucho menos la de Bob Dylan
si no en la que lo logran The Animals
en donde toca ese loco de Jim Carrey
digo, Hilton Valentine
esa versión bien psicoloca
perfecta para el billboard
intima para un día de hoyos
diez horas de trabajo forzado
y una noche con un cuero ruso
con la dentadura de cerámica
que se queja y queja de su tobillo
que acabó con una posible carrera de ballet
un cuero que te tienes que dar obligao
porque ya está pago y no hay más nada.

Eres más o menos eso, pero mejor.
Como el alquitrán del asfalto
pero perfumado a vainilla
un plato llamado Principe Ázul:
una revelación culinaria
de con con con habichuelas.

Saturday, August 20, 2011

20-8-2011

Tiempo de aguacates
mocharon el guayabo
mi perro tiene asma

Nadie sabe de melancolía.