Tuesday, June 8, 2010

A ciencia cierta


“Nadie nunca ha muerto. Es que a veces nos dormimos y olvidamos que alguien más, antes de nosotros, ha vivido”
Charles Markansvansky


Íbamos de mano en la playa, y nos llamó la atención unas protuberancias que se hacían ver sobre la arena. “Forunculos del mar, herpes de Poseidón”, le dije a Ella, tratando de hacerla reír. Al no recibir ninguna carcajada – de esas que me hacen querer hacer cosas absurdas, como vivir para siempre – la miré y vi entonces lo que pasaba: en sus facciones agudas, la humedad revivía torpe bajo sus parpados. Las lagrimas caían vengativas hacia lo inevitable, en un calloso suicidio salado.

Entonces comprendí. Hay bultos en la playa que ni yo ni nadie identifica como hombres muertos. En aquel entonces, no nos fue posible enterrar a las victimas de su imaginación. Jamás habríamos podido hacerlo en un lugar tan grotesco como ese, así que nos abandonamos a la huida.

De tanto en tanto aún veo las deformidades en la arena e intento controlarme para no escapar, pero claro, eso sólo cuando dejo de imaginarme una Ella que se molesta en andar agarrada de mano conmigo en alguna playa que, a ciencia cierta, nadie conoce.

2 comments:

Dante said...

mis respetos... ta buenaso.

Unknown said...

... Profundo... y salado..