“El matrimonio es un lujo poco confortable. Los protagonistas, sin necesidad de matices, bailan en un escenario completamente igual a los disfraces que los visten. Es la asombrosa fiesta de los blancos y negros: un grupo los compadece, otro aplaude su valentía. Al igual que la guerra, el matrimonio es la excusa perfecta para encubrir asesinatos a plena luz del día”
Charles Markansvansky
Charles Markansvansky
Las moscas están muriendo. Sus alientos te gritan que ya no volverás a ver tu esposa de nuevo: lo que claramente significa mas abogados, ríos y cocteles. Regresamos al principio, y el único amor que deseaste fue el filo de la escopeta, el agrio inconfundible de la limonada caliente.
No regresaremos a lo que fuimos antes; somos la espuma en las heces, el alivio del inconfundible pasado. Lo que te pasaba por la mente antes de tomar una decisión es más que nada el pudor de revivir lo imposible, nada que ver con una iluminación ni relevación de etcéteras.
Y aquí, mientras las alas se desprenden de sus contortas y negras espaldas, piensas en las diferencias inexistentes entre la teoría y la práctica. Aquellos conceptos de la prostitución, el herpes como recurso poético, el sudor que se escurre en el pico de las aves, el arte anónimo de una vida insufrible. Ellos viven, en cambio a nosotros no nos queda nada más que repeticiones, nada más que repeticiones, nada más.
Pregunta: Cuando sabemos que las cosas buenas están llegando a su fin?
Respuesta: La literatura comienza a hacerse sentir como un recurso necesario y los premios Nobel (ganados por seres demasiado felices para escupir en los círculos de estraza) se nos hacen demasiado interesantes.
Los gusanos vendrán, y créeme, es mejor cerrarle los ojos al éxito que traen. Firma, déjale todo y consúmete en los índices de las calles. Camina lento y cuídate de los yunques que llueven despreocupados en cada manzana impar.
1 comments:
Me encanto la frase de Charles...
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