Tuesday, April 19, 2011

Escena para la nostalgia

The world is full of people whose notion of a satisfactory future is, in fact, a return to the idealized past.
Robertson Davies


Se me ha ocurrido mientras se me contraía el estomago de dolor y manotazo a manotazo me sacaba una larguísima lombriz del ombligo, lo que me dijo Bob. Se me ocurrió preguntarle una noche sobre las chicas del club Loquiso, sobre su forma suelta de desenvolverse, la manera en que se alzaban sobre el suelo y nuestros sueños en puntillas, altas y promiscuas. Bob me respondió con un seco "todas iguales, las he probado todas". Todas iguales dice Bob, que las ha probado todas, reitera. Es acaso improbable o absurdo que en lo que me saco este anélido del cuerpo me venga a la mente esas frases de Bob, sobre el club Loquiso, sobre las locuras del sexo ilegal. Ya completamente fuera, el animal que me causaba un dolor estrepitoso se contraía en mis manos mientras colgaba, obscena y desnuda, como una virilidad olvidada. Y aquí que no me saco a Bob de la mente, su disgusto por la monotonía y quien sabe que viejo asco sentía por aquellas bellísimas mujeres que nos recibían con las tetas al aire y la sonrisa del dios siempre bueno, del que nos hablan los domingos. Esta lombriz es única y ahora que ya no la tengo dentro, que ya no me hostiga con sus cólicos, la siento cada vez más. Pueda ser que la lombriz sea Bob, o que de un momento se haga yo y más tarde sea las tetas al aire de las chicas del club. Quizás Bob tenía razón: son todas iguales, y lamento haberlas probado todas.

3 comments:

José Andrés said...

Papa muy bueno

José Andrés said...

Me gusto, sabes que le metes como e a la escritancia.

Unknown said...

Muy bueno, me gusta la forma de carrucel existencial utilizada. Y por cierto, pudiste determianar cuan longeva puede ser la lombrizidad de la lombriz.