Tuesday, August 25, 2009

Muy ateo

Puedes creer en el naranja de sus ojos, el rosado invisible de sus parpados? En las curvas de sus rodillas, los nudos que se arrastran en sus caderas, o en fin, la tensión de la figura que se presenta ante ti? No hay nada que observar, no crees en la carabela en su anillo, la insoportable redondez de sus aretes, ni en el purpura que apuñala el humo de tu cigarro; la verdadera agonía de su oreja. Gracias a las palabras que le recita a tus ojos eres rehén de su físico poliglota, habitante de un claro donde las convicciones no tienen lengua y la única salvación es cortarse la garganta para sobrevivir al tedio.

No crees en sus labios ni en la terrífica verdad que se esconde detrás de ellos, el escudo carmesí de sus encías o la fragancia combustible que habita allí. Pero jamás creas que no crees en nada. Hay algo que nos separa de los ciegos, de estas bancas oxidadas, de las casas asesinas. Aun perdidos en el paisaje de los actos suicidas, creemos en la belleza de todo ello.

Charlas de la tercera edad continuaban, en esta juventud tan encontrada. Todo estará bien, decían las viejas sentadas en las bancas, y el pica y pica de las palomas en sus pies. The beauty of it. We believe in the beauty of it.

1 comments:

Unknown said...

que entrada mas agnostica.